miércoles, 4 de noviembre de 2020

Tensa recta final de la Casa Blanca

 

Por Keylin Diaz

Las elecciones de Estados Unidos están siendo la información más saturada en la actualidad en muchos países, por ser un país sobresaliente a nivel mundial la mayoría de personas temen por los resultados de estas elecciones, sus dos fuertes candidatos Joe Biden y Donald Trump son dos partidos totalmente opuestos.

Los dos grandes partidos son el Republicano, representado por un elefante, y el Demócrata, representado por la imagen de un burro.

El Partido Demócrata es la organización política que hoy en día tiene como meta acotar la brecha con las minorías raciales. Busca reducir las disparidades económicas entre los ricos y pobres a través de estrategias asistencialistas en el sector educativo y de salud pública con servicios gratuitos.

Este partido toma en serio el impacto del cambio climático, busca reformar el sistema de justicia, y considera esencial retornar al sistema de alianzas y cooperación multilateral. Su actual candidato es Joe Biden, quien ya fue vicepresidente durante la gestión de Barack Obama. Su compañera de fórmula es Kamala Harris.

Partido Republicano favorece al sector empresarial, argumentando que el desarrollo económico se logra con poca o nula intervención gubernamental. Por ello promueven la reducción de impuestos para este sector. También consideran la protección del mercado nacional por encima del mercado extranjero.

Defienden el concepto de la familia heterosexual, la prohibición del aborto, los principios de la moral cristiana y la portación de armas. Su candidato, el actual presidente Donald Trump buscará reelegirse en la Casa Blanca; Mike Pence es su compañero de fórmula.

Así, la fecha más importante respecto a este evento es el 3 de noviembre de 2020, fecha fijada para las elecciones de presidenciales en las que Trump tratará de quedarse en la Casa Blanca durante cuatro años más mientras que, el candidato demócrata, Joe Biden, tratará de desbancarle. 

Así, durante las elecciones del 3 de noviembre se elegirá al nuevo presidente, al vicepresidente, a un tercio del Senado y a todos los miembros de la Cámara de Representantes.  

Además de esta fecha, también hay otros días marcados en el calendario electoral. Por ejemplo, el 29 de septiembre, cuando tuvo lugar el primer debate electoral entre los dos candidatos a presidente. El siguiente debate entre los candidatos hubiera sido el jueves 15 de octubre, pero finalmente fue cancelado. El tercer y último encuentro está programado para el jueves 22 de octubre en Nashville, Tennessee. 

Después de estos encuentros, tiene lugar la votación que, como se ha indicado, será el 3 de noviembre de 2020. En ellas, votarán todos aquellos ciudadanos estadounidenses que cumplan los requisitos de residencia en su estado y tengan 18 años el día de las elecciones.  

Además, hay que estar inscrito para votar antes de la fecha límite en cada estado. Dakota del Norte no requiere inscripción para votar, pero en el resto de estados sí es necesario. Algunos de ellos cierran el plazo de inscripción hasta un mes antes del día de las elecciones, pero otros lo mantienen abierto hasta el mismo día de las elecciones. 

Aunque el día oficial de las elecciones del 2020 en Estados Unidos es el 3 de noviembre (el primer martes después del primer lunes de noviembre), no se vota exclusivamente en esa fecha. Por una parte, está permitido el voto por correo y, por otra, en la mayoría de los estados hay un periodo de «voto anticipado» en los centros electorales para facilitar que se ejerza ese derecho antes del día fijado. En estas elecciones, sobre todo debido a la pandemia de Covid-19, se  ha disparado como nunca tanto el voto por correo como el anticipado en persona.

Los ciudadanos participan en las elecciones presidenciales en los centros de votación o por correo, pero el ganador no es el candidato que más votos populares recibe, sino que se trata de una elección indirecta a través de lo que se denomina el Colegio Electoral.

En estos estados las diferencias están más ajustadas. En el caso de Florida, Carolina del Norte y Arizona, son de menos de dos puntos.

Biden ha mantenido una ventaja constante en Arizona, donde quedaban más boletas enviadas por correo que contar.  El margen en Nevada era solo de unos pocos miles, pero esto se debe a que se habían contado todos los votos del día de las elecciones, que favorecen a los republicanos, y solo quedaban las boletas enviadas por correo, que generalmente han favorecido a los demócratas.

Luego, el republicano tiene que pelear al menos uno de los estados antes mencionados donde Biden está en la delantera. Nevada seguía muy cerrada. No se necesitaría mucho cambio para mover al estado a la columna de Trump.

Si las boletas electorales por correo que llegan tarde, pero con matasellos del día de las elecciones, resultan ser de candidatos independientes o republicanos que votaron a Trump, la imagen del presidente podría mejorar considerablemente.

Arizona es otro posible giro para el presidente, al igual que en Nevada, solo quedaban por tabular las papeletas de la votación por correo. 

 

Sin embargo, el estado tiene una tradición más establecida de votantes por correo y los demócratas de Arizona no han mostrado el mismo tipo de ventaja que en Nevada.

 

Biden está mejor posicionado en Arizona que en Nevada, pero también existe la posibilidad de cambios mayores. En cuanto a Wisconsin, va en la dirección equivocada para el presidente. Si bien Trump puede tener esperanzas en este campo de batalla los números se están alejando de él.

Sin que haya finalizado el recuento de votos, Donald Trump se declaró ganador de las elecciones de este martes en Estados Unidos en una breve aparición desde la Casa Blanca en la madrugada del miércoles.

 

El mandatario afirmó que los republicanos se estaban preparando para una gran de celebración cuando el proceso se detuvo y denunció que los demócratas quieren "privar de sus derechos a sus simpatizantes, esto es un fraude al pueblo estadounidense, francamente ganamos esta elección. Es un enorme fraude a nuestra nación", insistió, para después advertir: "Iremos a la Corte Suprema".

Sin embargo, con millones votos sin contar, Trump no se puede declarar todavía ganador de las elecciones y tampoco hay pruebas del fraude que denuncia. Poco antes, el candidato demócrata Joe Biden declaró que su equipo cree que está en camino de ganar la elección y pidió paciencia mientras se siguen contando los votos.

Lejos de desalentar la participación electoral, las dificultades que presentan estas presidenciales parecen haber llevado a los estadounidenses a votar con una determinación singular y el total de sufragios emitidos podría superar los 150 millones por primera vez en su historia. De hecho, estados como Texas, Arizona o Hawái ya superaron la participación total que tuvieron en la elección de 2016.

Las reglas sobre cómo y cuándo contar los votos por correo varían por estado: algunos, como Florida o Arizona, los comenzaron a escrutar con anticipación; otros, como Pensilvania y Wisconsin, recién lo harán este martes y esto podría demorar el resultado horas o días.

Cualquiera de esos estados puede resultar clave para determinar qué candidato tiene una mayoría absoluta de al menos 270 votos en el Colegio Electoral que escoge al presidente de EE.UU carece de una comisión nacional electoral como las que tienen otros países, por lo que una indefinición del resultado podría acabar dirimiéndose en el Congreso o la justicia.

Es muy inusual que la Corte Suprema defina una elección: ocurrió en 2000 cuando detuvo el recuento de los votos en Florida entre George W. Bush y Al Gore, y en 1876 cuando cinco jueces integraron una comisión que dirimió uno de los comicios más disputados de la historia de EE.UU.

Sin embargo, para estas elecciones el Supremo ya ha emitido órdenes por ejemplo para habilitar la recepción de votos en ausencia hasta días después de este martes en estados cruciales como Pensilvania o Carolina del Norte.

Los demócratas también han anticipado la posibilidad de que ni Trump ni Biden logren una mayoría clara en el Colegio Electoral y la definición pase a la Cámara de Representantes, algo que tampoco ocurre desde el siglo XIX. 

Así, los escenarios posibles para esta elección van desde una definición rápida del resultado como es tradicional hasta una demora significativa en establecerse el ganador, lo que podría elevar el nerviosismo, sobre todo si Trump insiste en hablar de fraude o sus adversarios plantean dudas de sus intenciones.




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