Charlie González, es un destacado bailarín y coreógrafo
guatemalteco de 49 años. El hijo mayor de cuatro hermanos, nacidos de Aida
Arrazola Jiménez y Carlos González. Viniendo
de una familia artística, Charly no fue
la excepción en heredar el talento, pues a sus 9 años tuvo el primer contacto
con el arte, recibiendo clases de guitarra en la Universidad Popular junto a
sus padres.
Mientras otros niños salían a la calle a jugar escondite,
carritos o futbol, Charly prefería quedarse en casa bailando y viendo videos
musicales. Definitivamente la vida le tenía
preparado otros planes, pues a sus 12 años quien fuera en vida, su primo Rubén González,
le hace una llamada telefónica para preguntarle
si deseaba realizar un casting en la escuela Contempo Jazz Dance con Antonio Luisi, y sin dudarlo decidió
asistir. Fue allí donde descubrió su pasión por el baile, por lo que decidió formarse de manera
profesional.
A sus 17 años ingreso a la compañía de baile Performing Arts Studio, contando reconocidos maestros estadunidenses, mexicanos,
cubanos y la guatemalteca Silvia García-Grados, tomando como base el
Jazz , el Tap y la ramificación de los diferentes genero musicales, como el Hip-hop y el Latino.
Quién imaginaria que ese mismo niño con una mente llena
de sueños, seria pieza fundamental en programas nacionales como Aló que tal américa,
Con buena onda, Nuestro mundo por la mañana, Mundo joven, Dale que va y Que deschongue, sumando también el Opening del proyecto Teletón y preparación coreográfica de
las candidatas a Miss Guatemala.
Con esta vasta trayectoria y todo su talento, Charly González nos cuenta como el
baile ha marcado su vida de manera positiva y negativa.
Siendo
un reconocido bailarín por todos tus logros alcanzados ¿Consideras importante
la formación para esta carrera?
Si es importante. Hay que estudiar, formarse y alimentar
lo que a uno le gusta, pero considero que este don se hereda. Alguien una vez me
preguntaba si existe una escuela para coreógrafos, mi respuesta inmediata fue un
no. Hay escuelas que enseñan las técnicas para bailar, pero realmente en la
persona nace la inquietud de plasmar las
situaciones en un baile, y eso es algo que no ha todos se les da.
Hay que saber diferenciar lo que es un bailarín y un
bailador. El bailador es aquel que ves en una discoteca o fiesta social y baila muy bien pero no pasan
de allí, porque cuando los llevas a un estudio de baile les cuesta aplicar una técnica,
aprender a contar y no digamos acoplarse a un grupo. Mientras que el bailarín es
alguien que estudia, sabe de técnicas, de
música, de tiempos y principalmente trae
ese don que te comento, por eso debe prepararse para limpiar su arte y llevarlo
a cabo.
Teniendo
varios años de preparación como coreógrafo y llevando a cabo muchos proyectos a
nivel nacional ¿Qué ha sido para ti lo más duro y gratificante de tu profesión?
Lo no tan gratificante, es haber llegado a lugares donde no hemos sido bien atendidos como artistas, hablo a nivel general. También el no estar en fechas importantes con mi familia como por ejemplo, cumpleaños, fiestas navideñas o inicio de un nuevo año.
Esta carrera ha marcado mucho la vida de Charly González,
el recordar su primera presentación en un escenario y ver que la fan número uno, era su madre Aida Arrazola, es una de las
cosas que embargan de alegría su rostro.
Para González la experiencia de haber hecho su primera
presentación de baile profesional a los 12 años en la gran sala del teatro Miguel
Ángel Asturias, y el ganar un concurso a nivel nacional para
ir a representar a Guatemala en un campeonato
mundial de las artes, nunca las olvidará. Estas representan muchos años de esfuerzo
y un éxito importante, para su vida personal y carrera profesional.
El consejo que les puedo dar es que luchen por lo que
quieren y jamás se den por vencidos, ellos
son los que tienen el poder en sus manos para hacer de su vida lo que quieran.
Cuando uno tiene claro lo que le gusta hay que esforzarse por alcanzarlo, Dios
pone sueños en tu cabeza, y si te los pone es porque eres capaz de realizarlos.
Si les gusta escribir, escriban todos los días, se les
gusta cantar, canten todos los días, si les gusta ejecutar algún instrumento, ejecútenlo
todos los días, si les gusta bailar, bailen todos los días. Es así como te vas formado
y te vuelves bueno en lo que haces, nunca dejen de luchar, Dios pone a las personas
correctas en el camino, para que todo lo
que sueñes se cumpla.
Para
finalizar, cuéntanos ¿Si tu vida fuera un baile, cuál sería?
Si
mi vida fuera un baile, debe de existir todo tipo de música. Podría ser un
merengue por lo alegre; una salsa o tango, pues me considero una persona muy pasional; puede ser también una canción romántica, pues he llevado esa faceta también
en mi vida y hasta una banda ¿por qué no? ¡Levanta los sentimientos!
Mi
vida ha sido de todas formas, no puedo definirla en un solo género, es como un
mix. He pasado por alegrías, tristezas y pasiones, pero siento que ha ganado
más el baile de la alegría y felicidad, ese es el baile que me identifica, pues
me lleva a ser mejor y con ganas de salir adelante día con día.
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