por Marleni López
Y como dijo Gónzalo Asturias en su poema
“Ay, Como dueles, Guatemala: tu miseria, tu hambre, tus andrajos, tus muchachos
ignorantes, tus campesinos y obreros mal alimentados, tus hijos víctimas de la
violencia degenerada de tus hombres…”
Y es que acaso después de tantos años no
comprendemos el verdadero significado de este fragmento del poema, el verdadero
significado de libertad, porque ha sido maquillado por aquella élite que es
feliz con nuestra ignorancia.
No, no vivimos en una Guatemala libre,
libres son aquellos criollos que se independizaron de los españoles, libre
aquellos pájaros que se encuentran en el bosque. Pero los guatemaltecos no
porque en este país somos tan prisioneros que quienes menos ganan más pagan.
Nuestra Guatemala no es libre y solo
aquellos que tienen hambre de libertad serán los que pelearán por ella,
recordar aquella época de revolución de 1944 nos llena de esperanza, nos llena
de alegría ese pequeño lapso cuando los guatemaltecos fuimos libres. Pero estos
años por desgracia quedaron atrás.
Quedaron atrás desde que los gobiernos
buscan llenar sus cuentas bancarias y no llenar los hospitales con medicina,
las escuelas con maestros y libros.
Fue asombroso como un país unido pudo
derrumbar en aquel 2015 un gobierno que convulsionaba los recursos económicos
de Guatemala, pero porque no unirnos todos los días para exigir la mejora del
país.
Vivimos en años “democráticos”. Si,
elegimos nuestros gobiernos por medio de votos, pero eso de que sirve si
siempre se postulan los mismos, las nuevas generaciones no forman parte de la
política porque se ha convertido en una macha para la reputación.
Si los gobiernos se preocuparan por el país
y sus habitantes, no tendríamos que lamentar la muerta de niñas en “hogares
seguros” que no lo son. Las desigualdades no que dan fuera de la prisión del
país.
Como es posible que los presos coman 3
veces al día, pero en el corredor seco los niños mueren de desnutrición ¡acaso
hay lógica en eso!
Para mi no, no tiene lógica, pero esta es
la realidad que vivimos y tenemos que afrontar, este es el momento adecuado para preguntarnos que haremos nosotros por nuestro país, no hace falta ser
presidente para conseguirlo, tampoco tenemos que cambiar el mundo solos; eso no
es posible, pero si podemos ayudar al vecino sin comida, a los niños sin
educación….
“me duele el estómago lombriciento de tus
niños, el hambre de tus hombres que no han probado sino maíz y frijol, la
frivolidad torpe de tantos ricos repletos de dinero...”, gracias Gónzalo
Asturias por comprender la realidad que muchos aún no pueden.
Excelente!!!.
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